En el marco del festival “Cuerpo Digital  – Kuyuy” 2023 se realizará un homenaje a Patricia Sejas Aramburo por el aporte a la cultura en general y la danza en particular. Pachi, como la conocen todos en el circuito, comenzó a bailar el año 1975 y desde ese entonces se ha desempeñado como intérprete, profesora, coreógrafa y directora de varias piezas que han tenido giras y recorridos en el interior y exterior del país. A continuación, les presentamos la entrevista realizada el pasado jueves 10 de agosto. Puedes escuchar la entrevista en: https://podcasters.spotify.com/pod/show/rompecabezass/episodes/Entrevista-con-Patricia-Sejas—Festival-Cuerpo-Digital–Kuyuy-2023-e282c2d

Prensa mARTadero: Pachi, queremos iniciar la entrevista con una presentación tuya por favor

Pachi Sejas: Claro, mi nombre es Patricia Sejas Aramburu, pero todos me conocen desde hace mucho tiempo como Pachi. He recorrido mi vida con ese apodo que se convierte en mi nombre. Tengo 65 años y, a consecuencia de la invitación del festival “Cuerpo Digital  – Kuyuy” y de Sofía Orihuela, he tenido que hacer remembranza de muchas cosas desde cuando comencé a hacer danza allá el año 1975. Realmente me voy dando cuenta que mi vida se ha entretejido mucho con el arte del movimiento hasta ahora. También hay otras cosas que definitivamente me han influenciado y son parte de mi vida.

Empecé el año 1975  cuando estaba saliendo del colegio. En ese entonces don Mario Leyes Méndez, que era maestro de danza folclórica y danza clásica, comenzó a formar una nueva academia llamado “Ballet Folclórico Cochabamba” y paralelo a eso en el mismo estudio estaba la “Academia Departamental de la Danza” que era de danza clásica. Trabajé con los fundadores desde el año 1975 junto con otras amigas que entraron y salieron. Entramos a este mundo mediante el ballet folclórico y creo que desde entonces me atrapó la danza. Comencé a los 17 y estuve 5 años haciendo folclore y clásico con todos los fundadores del “Ballet Folclórico Cochabamba” y que todavía siguen involucrados en la danza.

Durante esos años llegó Melo (Tomsich) que también era parte del ballet clásico pero decidió hacer su propio espacio fundando el “Estudio de Danza Contemporánea Melo Tomsich”. Para nosotros era una cosa nueva. Yo entré a su espacio en 1978 y ella ya estaba formando un grupo de danza contemporánea que era toda una novedad porque antes no podías averiguar todo mediante un click, en aquella época no había eso. Melo para mí es una gran maestra y yo creo que además de transmitirnos todo lo que es la danza contemporánea nos entregó una filosofía de querer y entrar en ese arte. Yo trabajé con ella 25 años y fue una etapa muy rica porque no solo conocí este arte sino que me preparó para ser bailarina y además aprender a enseñar siendo profesora y coreógrafa.

Era un grupo pionero de la danza contemporánea en Bolivia explorando mucho de los cuerpos, conociendo la danza y creando en carne propia. Es una etapa de mucha formación y de tejidos con gente que todavía seguimos en contacto.

Son como unas 12 coreografías que hice y unas 4 que hicimos en conjunto con personas como Melo Tomsich o Silvia Fernández. Fue una época de producir mucho y gracias a ello visitamos festivales, improvisamos en calles, en provincia y en el exterior del país. Recuerdo que nos invitaron dos veces a Venezuela. Durante un tiempo, en Cochabamba, era la única compañía de danza contemporánea, después Silvia Fernández se fue al Instituto Laredo y ya hubo muchos otros grupos.

Hubo compañeras mías que, después de trabajar con Melo, fueron a estudiar afuera como el caso de Ana Cecilia Moreno que viajó a México y volvió como intérprete, coreógrafa y profesora de la línea de Martha Graham y también ella comenzó a formar el grupo “Atempo Danza” junto con Jhonny Pérez. Cuando salí de la academia de Melo me invitaron a una obra y a partir de esa invitación formé parte del grupo con Cecilia, éramos co-directoras.

Esta etapa de Atempo vuelve a ser una experiencia interesante. Nunca dejé de aprender y eso me ayudó mucho. La particularidad de Atempo es que estábamos muy comprometidos con nuestra cultura, nuestra gente más allá de los cuerpos sino en la cultura boliviana con todo lo que lo identifica desde la comida, forma de caminar, música, etc.

La mayoría de obras que sacamos están relacionadas con nuestra cultura. Por ejemplo hicimos una obra que la estrenamos después de la guerra del agua y para construirla se investigó yendo a los lugares donde antiguamente se hacía el manejo del agua. Era empaparse y reflexionar desde la misma gente que vivía en esos lugares para armar la obra. Esa parte de «Atempo Danza” me encantaba, investigar y reflexionar para dialogar con el cuerpo en la danza.

Otro ejemplo es «vientre mineral» donde fuimos a la mina muchas veces para entrar y sentir el olor, el color, la oscuridad de tal manera que podamos contar a la gente y que puedan sentir como nosotros. En la obra «Tejer tejiendo me tejen» por ejemplo investigamos sobre todo el manejo de la lana, desde el trasquilado, el uso de la rueca, el lavado. Nosotros hicimos del awayo que es algo más urbano.

La etapa de Atempo fue muy hermosa porque nos dio la oportunidad de conocer y movernos internacionalmente pero también llegamos a muchísimas zonas rurales. Recuerdo que me preguntaban «¿Y cómo la gente toma esto de la danza contemporánea?» Y la respuesta era que lo tomaban y sentían bien porque se veían, conocían y reconocían de lo que se hablaba, se iban identificando.

Atempo sigue como compañía,  nos separamos el 2015 pero seguimos en contacto. 

Pachi Sejas en una presentación en Brasil. Foto Sofía Orihuela

P.M.:  ¿Cómo viste la evolución de la Danza Contemporánea en Cochabamba?

P.S.: Bueno, la danza contemporánea nace en Estados Unidos y paralelamente en Europa. Cuando estos legados y tendencias llegan a Latinoamérica la maravilla es que al trabajar ya en el contexto uno ve otras realidades, otros cuerpos, otros ritmos de vida. Es interesante porque esto influye al momento creativo de la danza contemporánea porque, a diferencia de otros géneros de danza contemporánea no solamente se repite las técnicas sino reflexiona de cómo la gente va sintiendo sensaciones y ganas de expresar.

Siento que se valoriza mucho eso al darle un impulso propio porque la danza te lleva a eso. En la danza importas tú, porque en las artes escénicas el instrumento eres tú. Es donde tú das mucho, es una riqueza abierta de experiencia, sensaciones y la filosofía que uno tiene de la danza para irle dando ese movimiento diferente a lo que pueda ser otras compañías del exterior sin  dejar los legados de afuera pero conviviendo con la riqueza de la experimentación.

La danza contemporánea no solo busca la belleza del movimiento sino que va más allá y se mete al interior de las personas.

Yo actualmente trabajo por ejemplo con el proyecto LanzArte y pudimos formar dos grupos y uno es el que está en la zona sur. Veo que en el sur hay una capacidad amplia porque siento que hay mucho talento que no se conoce. Llega el folclore, pero danza contemporánea no; pero llega el Break Dance y los chicos lo hacen. Ahora nos fusionamos y podemos hablar de temas sociales por ese medio también.

P.M.: ¿Qué lugares te parece que es dónde se practica más la danza contemporánea?

P.S.: El colegio Laredo como semillero dónde salen técnicos superiores. Luego la academia de Carmen Collazo que tiene su línea bastante interesante. Está Liliana Navarro y la Escuela de Melo Tomsich. Siempre hemos querido con Danzur abrir un espacio en la zona sur donde puedan hacer una escuela de danza contemporánea, ojalá en un futuro lo consigamos.

Pachi Sejas en una presentación en Brasil. Foto Sofía Orihuela

P.M.: ¿Qué piensas de Festivales como Cuerpo Digital o Kuyuy?

P.S.: A mí me parece importante que haya festivales porque es un trabajo duro, no es fácil hacerlos porque debes tener apoyo, financiamiento, mover gente y no solamente al público sino a técnicos, bailarines y demás.

El año pasado se empezó con el festival Kuyuy y fue maravilloso porque con eso le das una inyección a los artistas para que ellos se estén renovando. Sabemos que falta mucho apoyo porque uno cuando va a festivales fuera del país nota cómo se mueve, pero eso no es un obstáculo, hay que seguir impulsando estos festivales.

Sobre Cuerpo Digital, pienso que es un festival que ya tiene una trayectoria trabajada y no es fácil sostenerlo. Felicidades a ambos festivales porque en el trabajo cultural es super importante tenerlos.

P.M.: ¿Qué consejo le darías a alguien que está comenzando en este arte?

P.S.: Que me parece genial la elección que ha hecho y que a la danza contemporánea hay que ir sintiendola. Que realmente abra el alma y se redescubra. Yo les digo a mis amigas que nunca han hecho danza contemporánea ven a redescubrirte porque hay un mundo de posibilidades que te da este arte.

Si quieres hacerlo de forma profesional está perfecto, pero hay que ser muy disciplinada, hay muchas técnicas por las que puedes pasar pero siempre pensando que tu eres la creadora. Hay que saber que contar, que decir, tu perspectiva de la vida, de tu ciudad de tu época, tu entorno, de lo que sucede en el mundo, por eso es contemporánea. Hay mucho que expresar y su lenguaje es un lenguaje sensible del movimiento y del cuerpo.

Si solo lo haces por jobi es igual de lindo porque le está dando la oportunidad de crecer como ser humano y tener una actitud frente a la vida genial. Eso le diría.

P.M.: ¿Te gustaría mencionar algo como despedida?

Gracias por oirme hablar de algo que me apasiona, vengo desde 1975 al 2023 son como 43 años y no paro de descubrir este maravilloso arte, como contaba a varios es como un espiral que no tiene fin. Me gustaría que escucharan y que llegara a su corazón y su alma, que el arte es importante para la vida y la educación, no importa el arte que elijan, ahora estamos hablando de la danza contemporánea, pero cualquier arte sensibiliza.